En Navarra, cultura y naturaleza se fusionan. Villas romanas, recoletas iglesias románicas, monasterios y catedrales góticas, torres y murallas medievales o cascos históricos con sabor, nos revelan piedra a piedra la historia de este Reyno y se funden con un paisaje de contrastes.
A pesar de las moderadas dimensiones geográficas de la provincia y Comunidad foral de Navarra, su patrimonio románico tanto arquitectónico, escultórico como de imaginería y otros bienes muebles es inmenso.
Probablemente lo más sobresaliente es el capítulo de escultura monumental de tímpanos, enjutas y capiteles que se prodigan (buenos ejemplos son algunas iglesias de Estella y Sangüesa)
La importancia que tuvo el antiguo Reino de Navarra junto con la influencia del Camino de Santiago, verdadera arteria espiritual, cultural y artística del medievo que la recorre de este a oeste, permitió la edificación de innumerables catedrales, monasterios e iglesias.
En cuanto a monasterios, no podemos obviar al de Leyre, uno de los corazones espirituales de la provincia. Los monjes cistercienses mandaron edificar los de Fitero y Oliva.
En cuanto a las iglesias, hay que resaltar las de Eunate y Torres del Río, ambas de planta poligonal o las de Estella, Cirauque y Puente la Reina con portadas de arcos polilobulados, que se atribuyen a influencia musulmana.
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